Si tuvieramos que elegir una estación para venir a Calatañazor el otoño es muy adecuada. Los días son todavía largos y, en las horas centrales, el sol permite quitarse el abrigo, mientras recorremos los campos disfrutando del color de las hojas, de la hierba recién nacida. Si las lluvias acompañan estamos en una de las zonas más adecuadas para la búsqueda de hongos.
Con los paseos, a medio día apetece una comida caliente y esta tierra ofrece una variada gastronomía castellana de legumbres y esquisitos asados. Es la época de las setas y casi todos los restaurantes nos ofrecen sus especialidades micológicas con delicados platos de trufados y guisos de setas de todos los tipos y formas. No te pierdas venir en otoño.